El planeta Tierra está cubierto por una capa de atmósfera que protege a los seres vivos de la radiación dañina. El impacto de la atmósfera en la Tierra y los seres vivos ciertamente brinda muchos beneficios. La atmósfera en sí es una capa de aire formada por varios gases que la Tierra utiliza para protegerse: no solo de la radiación, sino también de los cuerpos celestes.
La atmósfera envuelve la Tierra con un espesor de más de 650 kilómetros. Esta capa está compuesta de nitrógeno en un 78 por ciento y de oxígeno en un 21 por ciento. La atmósfera también se divide en cinco capas según las características térmicas, la composición, las propiedades de movimiento y la densidad. Las cinco capas incluyen la troposfera, estratosfera, mesosfera, termosfera y exosfera.
La troposfera es la capa más cercana a la superficie de la Tierra. La distancia es de 0 a 15 kilómetros. En la troposfera se producen fenómenos meteorológicos como la lluvia y los rayos. En la siguiente capa está la estratosfera que está por encima de la troposfera. La distancia es de unos 15 a 40 kilómetros desde la superficie de la Tierra. Esta capa sirve para absorber y difundir la radiación ultravioleta del sol.
Por encima de la estratosfera se encuentra la mesosfera a una altitud de 40 a 70 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Luego, encima está la termosfera, que está a 70 a 400 kilómetros de la superficie de la Tierra. La termosfera también se conoce como ionosfera debido al proceso de ionización de los átomos y moléculas que interactúan con el plasma solar.
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Finalmente, está la exosfera como protección y la capa exterior que cubre la Tierra. Esta capa se encuentra entre 800 y 3260 kilómetros de la superficie de la Tierra. Los satélites que orbitan la Tierra están en la exosfera.
La existencia de vida en la Tierra es uno de los impactos de la atmósfera. La atmósfera tiene un papel muy importante en la supervivencia de los seres vivos en la Tierra. Gracias a la atmósfera, los seres vivos están protegidos de las radiaciones nocivas, tanto del Sol como de otras radiaciones cósmicas. Además, la atmósfera también mantiene cálida la temperatura de la Tierra para que sea habitable.
La atmósfera también permite el transporte de vapor de agua a través de la circulación. El clima que sentimos todos los días, como soleado, nublado o lluvioso, también ocurre y tiene un impacto en la atmósfera. La atmósfera proporciona una variedad de gases que son beneficiosos para los seres vivos. No solo eso, la atmósfera también es un medio capaz de transportar energía.
No es raro que meteoritos u otros objetos extraterrestres golpeen la Tierra, pero generalmente estos objetos se han quemado en la atmósfera. Por tanto, la atmósfera también nos protege de los impactos de meteoritos. La atmósfera también proporciona el espacio matutino para que vuelen aviones o satélites para orbitar la Tierra.