La tierra es el hogar de varios seres vivos. Y esto no es solo para nosotros los seres humanos, sino también para los animales y las plantas, así como para otros organismos como bacterias, insectos, hongos, gusanos y otros. En términos generales, el suelo se puede definir como la capa superior de la superficie terrestre que contiene rocas y partículas minerales mezcladas con materia orgánica.
La formación del suelo comienza con la ruptura de rocas y otros materiales en pequeñas partes de la superficie terrestre. Un experto en suelos suizo llamado Hans Jenny dijo que el suelo se forma a partir de material parental que ha sufrido modificaciones / meteorización debido a la dinámica de los factores climáticos, los organismos (incluidos los humanos) y el relieve de la superficie terrestre (topografía) a lo largo del tiempo.
Se necesitan millones de años para que las rocas se conviertan en suelo. Las rocas se convierten en suelo debido a la meteorización, que es el proceso de descomposición de las rocas en el suelo. Y esto ocurre debido a varios factores, incluido el clima (incluida la temperatura, la lluvia, el hielo, etc.) y las actividades de los seres vivos. Eso no incluye el musgo y otras plantas que viven en las rocas y producen ácidos que también ayudan a acelerar el proceso de formación del suelo.
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Como uno de los recursos naturales más importantes, la tierra tiene muchos usos. Para las plantas, por ejemplo, el uso del suelo es como un proveedor de nutrientes y agua, así como un soporte para las raíces, mientras que para la mayoría de los animales terrestres, la tierra se convierte en tierra para vivir y moverse.
El suelo también es muy útil para las plantaciones, el suelo contiene agua, aire y minerales. Además, el suelo también almacena energía en forma de materia orgánica como almidón, azúcar, celulosa, grasa y otros.
Tipo de suelo
Según la proporción de partículas, el suelo se puede dividir en tres, a saber, suelo arenoso, suelo franco y arcilloso.
suelo arenoso
Este tipo de suelo tiene una mayor proporción de partículas grandes, se mantiene bien debido a la pequeña distancia entre las partículas y es ligero y seco.
Arcilla
Este tipo de suelo tiene la misma proporción de partículas finas y partículas grandes. El suelo arcilloso, que es una mezcla de arcilla, suelo arenoso y barro, también tiene una buena capacidad de retención de agua. Aparte de eso, también es muy bueno para el cultivo de plantas.
Arcilla
La arcilla tiene una mayor proporción de partículas finas, tiene menos cavidades entre las partículas, tiene más capacidad de retención de agua y se usa mucho para hacer ollas, figuritas y juguetes.
Además de los tres tipos de suelo mencionados anteriormente, hay varios otros tipos de suelo que debemos conocer, incluido el suelo residual, el suelo de transporte y el suelo montañoso.
El suelo residual es el suelo que permanece donde se formó. La tierra de transporte es tierra que se asienta en lugares distintos a donde se formó, como resultado del transporte por gravedad, flujo de agua, viento y glaciares. Mientras tanto, el suelo montañoso es un terreno que generalmente se encuentra en cuencas, valles o en laderas que tienden a ser inclinadas.